Hoy en día el reciclaje es un elemento de las 3R (las tres erres) que se ha puesto de moda. Se trata de separar los materiales de desecho para que, siendo recogidos por separado, sean llevados a plantas donde los devuelvan a su estado original. De este modo pueden ser utilizados otra vez en la fabricación de otros productos. La verdad es que TODOS los productos de desecho pueden ser reutilizados para hacer otras cosas. La cuestión es que todavía no está desarrollada la infraestructura suficiente para reciclar todo. La razón principal es la rentabilidad económica para algunos de ellos. De no ser así ya se habría desarrollado. Es por eso que en ocasiones hay que ampliar el ángulo de visión y sopesar otros daños medioambientales que pueden producir costos económicos. Este es un modo de hablar que entienden mejor las personas que tienen la influencia y poder suficiente para hacer cambios en las sociedad más rápidamente. Esto se demostró en el 2006 con el Informe Stern, tras demostrarse que era más rentable económicamente invertir en solucionar el cambio climático que paliar sus consecuencias, los gobiernos tomaron de otro modo los compromisos adquiridos en las cumbres mundiales.
Sin extenderme más en ello, estamos rodeados de logotipos que no siempre identificamos, aunque si sabemos que están relacionados con el reciclaje. Me gustaría dar unas nociones básicas sobre alguno de ellos.
Este logotipo puede llevar a confusiones. Su significado es que el material del que se compone puede ser reciclado. Lo que suele querer decir, si no va acompañado del logotipo que explicaré a continuación, que no está hecho con materiales reciclados. 
Este otro logotipo es el que reconocemos como identificador de objetos hechos con materiales reciclados.
Por último, este otro identifica los plásticos que pueden reciclarse. Suele venir acompañado con un número del 1 al 7 que indica la escala de reciclabilidad. Siendo 1 el más fácilmente reciclable y 7 el menos.
