Es muy común pensar que nosotros poco podemos hacer dado nuestra escasa incidencia en las macro cifras de emisiones de gases de efecto invernadero tan directamente relacionados con el calentamiento global, lluvia ácida, cambio climático, alteración de ecosistemas y desaparición de especies.
Por otro lado yo me pregunto cuanto de ello tiene que ver nuestro hábito de consumo y vida. El pienso luego existo puede verse perfectamente cambiado por consumo luego existo. Esto lo hacemos entre todos. Dado que todos hacemos que sea así todos podemos revertirlo. Es una posibilidad real, se que ambiciosa pero a la vez real. “Sólo” tenemos que pasar a la acción. Yo llevo poco tiempo haciéndome preguntas de este tipo y se que todavía me queda mucho por hacer, pero lo que tengo claro es que me estoy moviendo. No me avergüenza darme cuenta delos errores que cometo. Sólo me avergüenzo de no intentar corregirlos una vez conocidos.
Por otro lado una opinión pública que reclame acción a los dirigentes políticos puede infundirles el valor suficiente como para encarar el problema audazmente sin miedo a hacer grandes reformas en un sistema insostenible y dependiente de agentes económicos que poco les importa el futuro de nuestros descendientes.
Analizando datos del Gobierno Vasco:
En la CAV somos dependientes energéticamente del exterior en un 95%.
El consumo energético se reparte del siguiente modo según el EVE
http://www.eve.es/index_hc.asp
Contaminantes y con pocas reservas:
Petróleo 40,6%
Gas natural 39,2 %
Carbón 5,9%
Inagotables, no contaminantes y de menor impacto en los ecosistemas.
Renovables 5,1%.
La electricidad en su consumo es limpia, debemos fijarnos en su origen para saber si lo es realmente o no (electricidad producida de un parque eólico o una central térmica).
Importaciones eléctricas suponen el 8,9% El resto se produce aquí mediante centrales de ciclo combinado alimentadas con combustibles fósiles. Eléctrica 29% del consumo final de energía.
Es cierto que el consumo de energía en Euskadi se reparte del siguiente modo por sectores:
Industria (46% del total)
Transporte (35%).
Sector Residencial 10%,
Servicios el 7%
Primario el 2%.
Veámoslo del siguiente modo. Pensemos como colectivo y digamos que ese 10% es responsabilidad nuestra y que debemos incidir sobre el. ¿Arreglamos la situación? Probablemente no, pero sí habremos iniciado un efecto dominó que afectará irremediablemente ese 46% de la industria cambiando nuestro modelo de consumo) y el 35% del transporte (del que somos también directos responsables).
Si podemos sustentar este sistema entre todos es lógico que se pueda pensar que podemos cambiarlo entre todos. Si no pensara eso… sería muy difícil no ser catastrofista y decir que el Mundo tal y como lo conocemos tiene fecha de caducidad. Una caducidad impuesta por el modelo energético y consumista actual.
